El PP acusa a Bolaños de «devaluar» sus tres ministerios por declarar ante un juez
La diputada Cayetana Álvarez de Toledo denuncia que La Moncloa se ha convertido en «sala de interrogatorios»
Bolaños se desvincula de la contratación de la asesora de Begoña Gómez en su declaración

Suele ser habitual que Cayetana Álvarez de Toledo se enzarce con Félix Bolaños –al que ya ha apodado como «el bulócrata»– en las habituales sesiones de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, acusándole de «corromper» y «pervetir» el control de las Cortes ... con la «colaboración necesaria» de la Presidencia de la Cámara Baja, además de «devaluar» los tres ministerios que capitanea desde noviembre de 2023 –Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes–.
Ayer, miércoles, no fue la excepción aunque esta vez el escenario y el contexto eran completamente distintos. Nadie mejor que la portavoz adjunta del Partido Popular (PP) en el Congreso, habida cuenta de los consabidos encontronazos con el ministro, para servir como altavoz de Génova para censurar que Bolaños se pasara toda la mañana declarando como testigo en un caso de corrupción que afecta al entorno más íntimo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y en concreto, a su mujer, Begoña Gómez, por tener de asesora privada a Cristina Álvarez, quien, a su vez, estaba contratada como personal eventual de la Secretaría General de Presidencia, dependiente de la cartera que dirige Bolaños.
«Qué retrato demoledor de la hipocresía y la descomposición del Ejecutivo», arrancó diciendo Álvarez de Toledo ante los medios de comunicación, a los que convocó en el set de televisión del Congreso al filo de las dos de la tarde y una vez hubo abandonado el el juez Peinado del complejo presidencial tras tomar declaración a Bolaños, al igual que hizo en julio del año pasado con el jefe del Ejecutivo.
«Una vez más, el Palacio de La Moncloa convertido en sala de interrogatorios», lamentó la diputada popular, al tiempo que supuso que, dada su condición de testigo, el socialista habrá hecho un «esfuerzo gigantesco» por no mentir, dada la «relación de íntima hostilidad que tiene con la verdad; no se rozan ni por accidente», apuntó. Y sobre todo, esperó Álvarez de Toledo que Bolaños no haya llamado prevaricador en la cara al instructor de la causa contra Begoña Gómez «como tantas veces ha hecho» en el ejercicio de sus funciones de «jefe de la brigada de linchamiento de los jueces que dictan resoluciones contrarias a los estrictos intereses del Gobierno». Unos ataques, tal y como recordó la popular, reprobados incluso hasta en tres ocasiones por la presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, Isabel Perelló, tras considerarlos «inaceptables».
De paso, aprovechó Álvarez de Toledo para pedirle al ministro de Agricultura, Luis Planas, que colabore con la Justicia en vez de «linchar a loz jueces después de que éste ironizara con que «al juez Peinado le quedan miles de españoles por interrogar para encontrar algo». «El que desde luego que podría declarar ante un juez para aclarar muchos asuntos es él porque la empresa Tragsa, que contrataba prostitutas, depende de su ministerio», dijo. Sobre las declaraciones del responsable de Interio, Fernando Grande-Marlaska –«una persona que ha sido juez», recordó la popular–, directamente dijo que daban «pena». «No es que haya perdido la dignidad, es que nunca la tuvo», se desquitó con él.
«Hazaña antidemocrática»
«Bolaños pasará a la historia por erigirse como el abogado defensor de la familia del presidente del Gobierno»
Cayetana Álvarez de Toledo
Portavoz adjunta del PP en el Congreso
Con todo, dijo, Bolaños va a ser recordado en los anales de la historia por cuatro «grandes hazañas antidemocráticas», a saber: redactar la ley de amnistía con un prófugo de la Justicia, mantener a un fiscal general imputado por revelación de secretos para intentar destruir a una rival del Gobierno, convertir la Presidencia del Congreso en una correa de transmisión del Ejecutivo y las sesiones de control, en una farsa, y «erigirse en el abogado defensor de la familia del presidente del Gobierno». Por todo ello, el PP volvió a pedir la dimisión del ministro de Presidencia o directamente, su cese, por ser una «calamidad» no sólo para las instituciones que encabeza, sino para los propios intereses de Sánchez».
El mismo Pedro Sánchez, rememoró la parlamentaria popular, que en la moción de censura contra Mariano Rajoy en el año 2018 sentenció que la mera imagen del presidente declarando como testigo en un caso de corrupción era «un punto culminante que exige su dimisión por devaluar la institución». «Hoy también tenemos un punto culminante; Bolaños ha devaluado tres instituciones a la vez, Se ha ganado la dimisión a pulso», exigió.
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